Poco a poco les hablo, de adentro, del fondo, de mi mar...
Donde hay piedras entre corales, estrellas con musgo, y peces sin aire
Todo revuelto se mezcla, se enreda, y hay silencios de confusión
Es mi mar el que habla sin mi permiso y se desahoga entre corrientes. Allá el remolino crece en locuras sin nombres y sus olas galopan en rocas que son montañas de sueños sin fin.
Y he crecido aquí, entre colores y ráfagas de viento que sacuden mi pelo dejándolo brillante de tanto sol, naturaleza que acaricia la piel, mientras limpio estos ojos impactados de la infinita belleza que han podido contemplar, ahora son más profundos (como mi mar), llegan más allá del sentir, y en mi boca las palabras se hacen leyenda.